martes, 30 de diciembre de 2014

Casi una canción


Antes que llegara
a esa resolución,
paliaba el apetito
con algunos besos,
(sabores de ricota)
dados con estupor
y a regañadientes,
por niñas geniales,
en la suave locura
de sexo mal tenido,
siempre a cambio,
de absurdo precio.
Hasta que cansado
de volver a perder,
en fluidos aromas,
la poca dignidad
que aún le duraba,
bebió el café agrio
de todos sus abusos,
y con gafas oscuras
se aisló en un convento.


Buena sombra

La sombra, tiene esa manera bien simple
de seguirnos para no perder los sueños.
se nos adosa con pretensión de sí misma,
como si nosotros, fuéramos su niño exterior
y nos prestara su identidad por un instante,
permitiéndonos divagar que somos reales,
mientras ella, habitándose, no tiene dueño.
Por eso, autónoma, deambula por el suelo
o se aproxima fraterna en muros y paredes,
evitando puertas y ventanas cual grulla vivaz,
o de pronto, se desvanece para renovarse,
erizada en ondas, cuando menos se espera.
Suele ser graciosa esta sombra cuando juega
celadas con nuestra propia figura, fugándose,
imposible de aferrar en su vanidad sin alas.
Goza su independencia sin arrepentimientos.
En ocasiones nos precede, sin marcharse lejos,
y otras, con cansina resignación nos persigue.
Como muchas veces a nuestro propio destino,
poca atención le damos a nuestra buena sombra,
cuando uno y otra son parte de nosotros mismos.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Cosas que pasan


Como el todo, que se vuelve nada
en la convulsión de las tormentas,
te erizas en continuo respiro feliz,
bramando en gemidos tus secretos.
Con el último suceder de tu cuerpo,
una placidez pausada de teclados,
acomete, instantánea, aferrándote.
Con ella se sosiega tu ego en paz,
calculando los tiempos de espera,
para embestir con nuevos alientos
en esas  maniobras de enamorada
con que, rápida, recuperas rumbos
por los que, ágil, recibes y ofrendas
brindis renovados en tantas veces,
que en realidad nunca podrás notar
cuantos pétalos devoró tu acrobacia.
Más tarde, en el sonrojo de tu mejilla,
el rubor dirá son cosas que pasan.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Arbusto

Me cuesta atreverme a existir
solo en las básicas apariencias
de un nadar contra la corriente.
Difícil creer que te encontré
si nada queda del rosal azul,
salvo la prueba de ya no ser
ni real ni vistosamente azul.
Una alquimia de enamorados
lo humilló en la anormalidad
de una noche de luna común,
y quedo un melancólico arbusto
falto de tu voz y mis sueños.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Mejor



Un camino de errante fantasía,
con fantasmas aguardándote,
es mejor que la paz del tiempo
de un mundo sin ilusión posible.

Otro lunes

Me gustaría encontrar un lugar
en el que el tiempo sea silencio.
Una cofradía de rudos vagabundos,
buscavidas de alegorías amables.
Transitar por un desvalido andén,
saboreando un atracón de voces
que germinen de miles de grillos.
Aprender con el corazón espinado
a cicatrizar todos los pensamientos,
en tramos de torpes indefiniciones.
Ver el amanecer de la humanidad
en los inicios de un loco cuento,
ser lluvia en cualquier camino
y guarecer una aburrida historia
en el regazo de un árbol en otoño.
Ser un migrante lento en tus labios,
o gota que rodando en dócil caída
consume la esencia de tu fuego.
Reflejarme en aquellos crepúsculos
con los que un niño obra milagros,
o simplemente ser cielo de tus ojos,
u otro lunes de tus nuevas semanas.


Ilustración: "acrilico" - Oscar Cesar Mara

viernes, 26 de diciembre de 2014

De ti mismo...


Obrando en nombre de los deseos,
sin lograrlos, la frustración amanece,
y se pierde el secreto del universo
ser feliz con lo que surja de ti mismo.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Testigo mudo

Casi un testigo mudo es la noche en la ciudad.
Un hombre desarropado se viste con adoquines,
a los pies de una prostituta se maquilla la vereda,
el alma encerrada de una niña libera su regazo
luego de las compras, yendo de vuelta a casa.
En la bocacalle, la luna espera saltar  un charco,
y un bache toma con afecto de un auto una caricia.
Más allá, la maravillosa tristeza de la sabiduría
se apoya en el bastón de un anciano hermano.
Con historias de ausencias navegan las palomas
picoteando en un inofensivo jardín doméstico.
Las farolas de los laterales resplandecen secretos,
y un concierto de vidrios rotos, dan oportunidad
para que una ventana, ofrezca gratis su contenido.
Se enmarca el cielo en un laberinto de cables,
y un solo alambre va separando la noche del día.
El nocturno universo se despereza en peatones,
la ciudad ya no va a ser la misma bajo el cielo,
las vergüenzas se pasearan trajeadas de oficina,
alguna monja pedirá limosna a cámara lenta.
Ambivalentes abrirán sus puertas los comercios,
murmullos surgirán de la penumbra del gentío.
Nadie leerá los ojos del ocasional acompañante
que, con las piernas agitadas, sube al transporte.
En el traqueteo del viaje no se verán sus rostros.
Construyendo casi nada pasaran el día entero,
y el mundo interesante cerrará un nuevo círculo.
Mientras la sociedad cree renovarse y dice que vive.

martes, 23 de diciembre de 2014

Maderos y carne


Enamorada, pretendió navegar
capullos, garabatos y mañanas.
Fantaseó, dueña de las calles,
permutar tristezas del bosque
por risas de puertas blancas.
Escudriñaron en su alboroto
un gorrión y rojas mariposas.
Saeta de múltiples expresiones,
su corazón batalló soledades
en pulsos de maderos y carne.
Tres libélulas, en invisible toque,
lloraron en el escote de la luna
mirando reflejarse en el espejo
la triste muñeca de porcelana.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Gotas ajenas

Vendrá un despertarte aletargada,
de somnolencias indeterminadas.
Puede que aún no estés despierta
cuando de tu cuerpo desnudo nazca
un vaho que encierre cierto sabor
a otro cuerpo y noches estrelladas,
con gotas ajenas, rociando tu piel.
No recordaras haberte adormecido
sobre esa brazo que ciñe tu cintura,
pero si la realidad de esas manos
dibujando melodías en tu espalda.
Estiraras tu pierna, solo para rozar
esa ajena, que se pega a tu cadera.
Hurgaras el lecho hasta encontrarte
con que ya no hay vacantes en él,
y que ese perfume que te va turbando,
te hace vibrar de tu recato traicionera,
con toques de miel, cayena y abedules.
Dejaras que el deseo cale, incesante,
nuevamente en la bahía de tus muslos,
 despertando el salvajismo apasionado
que no puede sosegar ni mil palabras,
sino solo el acto de amor haciéndose.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Limpia brisa

Ampliar Obra

No te cautives de nostalgias
ni te tapices de agua salada.
¿Sabes lo que nos hace falta?
Una noche, una experiencia,
un secreto de últimos suspiros.
En la fachada de una casa
recostarnos, cual limpia brisa
y dibujar puentes para el alma.
Suave, aparece una vez más,
caminemos veintisiete lunas,
como buenos amigos viejos,
yéndonos juntos a encontrar
las reflexiones de una flor.
Sin preguntas ni respuestas.
Llega vaga, suave e indolente,
como río cristalino sin espinas,
en la afonía de amores básicos
grita el éxtasis de tus sentidos,
y luego vive, otra, en tu sonrisa.

Ilustración: "Extásis" - Orlando Arias Morales

sábado, 20 de diciembre de 2014

Ficción de la poesía

En tanto espero almacenar el fruto
madurado del árbol de la palabra,
suelo andar por la vida sin reflejo,
recayendo en amores imposibles.
Naufrago de la pulcra incorrección,
pruebo perderme en tardes de copas
libando penas y dolores forasteros
en atajo, hacia algún poema oscuro.
Busco flores en la mujer del tiempo,
que, como prohibida Venus triste,
en mar de dudas sigue negándose.
Ligero, broto versos desde el hastío
en recuerdo de una gozosa noche,
como una verdadera recompensa
a esa gran ausencia de poder dormir.
El tiempo, desenfrenado, continua allí,
almorzando decidido mis esperanzas,
resignándome a una cena de sombras
cuyo postre es la ficción de la poesía.