viernes, 7 de julio de 2017

Infinito inmovil

Ni siquiera un límite, una tonalidad,
ni una palabra que no esté húmeda.
Hoy  el cielo sabe a esencia acuosa.
Cautivo de un ennegrecido día sin luz
el sol es un latido que se olvidó de latir.
En el aire un vacío de matriz frustrada,
el frío reinando en las horas infecundas,
y este hueco donde atan sus alas los ecos.
Hay días así, con vientres de cenizas blandas,
donde no se palpa aire ni roza el pie desnudo,
solo una acuosa resurrección de venas idas,
una carne confinada en fronteras de paraguas.
Llanto en el que me voy pensando. Empapado
de una poética de silencios que no se escucha
en ese infinito inmóvil que trae la lluvia.


1 comentario:

  1. La cuestión es que cuando calme la lluvia, todo pueda ser finito y móvil (o no tanto)....
    Buen fin de semana.

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