viernes, 21 de julio de 2017

Pariendo brisas

La ventana abierta está pariendo brisas,
la ligereza flota como un amante azul.
Guardo la esperanza que me estés mirando
como quien te ayudó a derribar los símbolos,
como ese cuerpo cómplice, que te sonríe
desde la obsesión de los propios sexos
en la ondulada armonía de las horas juntos.
Pero tu pupila se detiene en el vestido negro
que se insinúa arrojado y arrugado en el sillón.
Te preguntas porque te lo has quitado y como.
Las apuestas de dos no siempre son para ganar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario