Rasgando
la nada,
el
viento está a la sombra.
Las
tinieblas son puro vacío
rondando
esquinas.
Quizás
mañana despierte y calle.
Quizás
sienta nostalgia
o
tenga hambre o frío o sueñe.
Quizás
mañana no exista
y me
debería alcanzar
tener
tu cintura en mis manos
y en
mi boca tu fuego.
Quizás
es
tiempo que de que llueva,
de
penumbras tibias,
de
amantes que se abrazan.
Quizás
la nada
rasgue
la sombra y el viento
golpee
tu ventana.
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